Las ideas pitan, chocan y se atropellan... y para ver aquel desorden, vienen a amontonarse los recuerdos, las canciones.... tentadoramente tentadoramente parpadean numeritos entre paréntesis que
me avisan de mensajes que me mandan las personas. Trato de concentrarme, mejor sería irme a dormir, La Pereza me trajo una taza de té, dice que no le gusta verme trabajar solo, que me acompaña hasta la hora que yo diga.
me avisan de mensajes que me mandan las personas. Trato de concentrarme, mejor sería irme a dormir, La Pereza me trajo una taza de té, dice que no le gusta verme trabajar solo, que me acompaña hasta la hora que yo diga.
Decidí no escribir.
Decidí meditar "sobre el papel" (la pantalla, pues)... y ponerle al espacio en blanco del monitor. Hubo un par de recuerdos que pasaron corriendo entre las patas de mi silla y se escondan bajo la puerta como si fueran cucarachas. Las ideas, decidí mejor dejarlas brotar como en la fuente, para que luego de salir a impresionar, y sin haber aportando ni desperdiciado mucho pudieran volver a fundirse en el pozo del que salieron.
Decidí no escribir... y solo sentir lo que siento.
Pero ojo que no todos los sentimientos pueden entrar a mi casa... los sentimientos que intenten entrar por la ventana los devolví a las sombras, sin embargo está la puerta abierta para que las emociones que logren tocar, pedir permiso, y conversar se sienten a mi mesa como es debido.
Muy Bien!
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